
El “Territorio Turrialba – Jiménez” es uno de los territorios seleccionados para la planeación, diseño y ejecución de propuestas de gestión integral de territorios rurales en Costa Rica por parte del Instituto de Desarrollo Rural (INDER) del país. Conformado por dos cantones, Turrialba y Jiménez, pertenecen a la provincia de Cartago y albergan una gran cantidad de actores, incluyendo comunidades indígenas, productores agropecuarios, ambientalistas, instituciones gubernamentales, universidades, ONGs entre muchas otras. Así mismo, está conformado por un paisaje natural bastante diverso: desde zonas bajas donde predominan asentamientos humanos, hasta zonas altas con presencia volcánica activa.
La altitud promedio del territorio es de 1,000 m.s.n.m, no obstante, en él se encuentran dos de los picos más altos de Costa Rica: el volcán Turrialba (3,340 m.s.n.m.) y el cerro Chirripó (3,820 m.s.n.m.). Además, fluye uno de los ríos más importantes del país: río Reventazón, siendo la cuenca de este río una de las más importantes en el desarrollo socio-económico por su aporte en la generación de energía hidroeléctrica. En el año 2012, el organismo nacional de certificación de la denominación de origen, otorgó al queso Turrialba costarricense, el único sello de origen que posee un producto lácteo en Centroamérica; este logro contó con el apoyo de diversas instituciones y organizaciones, entre éstas: el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la FAO y otras.
La base del desarrollo socio-económico del territorio ha sido muy variada, aunque predomina la producción agropecuaria, con base en los cultivos de café y caña de azúcar, para el mercado nacional y de exportación. El sector secundario de la economía es el más reducido, fundamentalmente su componente industrial. El de mayor crecimiento es el sector terciario, que representa 56% de las actividades económicas en dicho territorio. El turismo en sus diversas formas (ecoturismo, agroturismo, de aventura, extremo) se ha posicionado como una actividad que genera recursos para el desarrollo socio-económico del territorio. Por la relación cercana con
la biodiversidad, este tipo de turismo debe ser aprovechado de manera sostenible